domingo, 29 de diciembre de 2013

No sex - 2.4Kg menos :)


Ni allí. Ni aquí. Ni en ningún sitio, se podría decir.

¡Y yo, feliz!

O eso creo. Resulta que llevo dos días (el mismo tiempo que tengo compañía en casa) comiendo y vomitando todo cuanto trago. Pensaba que pesaría lo mismo o incluso más (sin sentido), a pesar de que algo en mí decía que no, que era imposible, que lo vomitaba todo. Pero nada, yo no me lo creía.

Me levanté de un humor de perros. Estaba enfadado con el mundo. Con todos. Pero una idea vino a mi mente: "Voy a pesarme", y sí. Me fui corriendo y me pesé. 2.4kg menos. ¿Cómo puede ser? Ni yo lo sé. Si pesara 100kg sería lógico haber perdido esa cantidad, pero no es el caso. Creo que, más bien, se debe al hecho de que la última vez que me pesé era casi 1kg más (vamos, que parecía que había engordado), probablemente por algo de comida que quedaba en mi estómago. O no. ¡No sé, pero me da igual! ¡Estoy muy muy feliz!

Adelgazar, trae felicidad.

¿En serio? Realmente me parece patético. Sí. Me siento patético por estar tan feliz debido a haber menguado en un número. ¿Para qué? Para estar más enfermo, para sentirme más débil. Yo no quiero, a diferencia de muchos, ser un muchacho atractivo y de buen ver. No, no. Lo que yo deseo es algo mucho más lejano y oscuro. Deseo estar mal. En todos los sentidos. ¿Por qué? No lo sé, pero es así, desde que tengo uso de razón me he visto a mí mismo como un ser decadente; un artista nato y puro capaz de romper todas las barreras de la sociedad. 

Y así, empecé a escribir. Yo quería ser como el clásico protagonista de Tim Burton. Desdichado. Triste. Amargado. Sin alma. Sin cuerpo. Sin nada. Quería morirme de asco. Quería estar enfermo. Pesar poco. Ser horrible. Que nadie se acercara a mí. Era mi deseo. Sin embargo, con el tiempo, fue cambiando y todos mis pensamientos acabaron transformándose en algo muy distinto: Quería ser perfecto. Pero debía ser una perfección especial. Distinta. ¿Cómo podría lograr algo así? 

Fácil. Empecé a forjar mi personalidad. Una persona leal, amistosa, atenta, cariñosa, inteligente y con un físico atrayente para algunos. No era ninguna mentira, no. Yo era el ser más perfecto de este mundo. Cuando me quedaba solo mi desdicha y asco me engullía, pero siempre que estuviera rodeado sería el hijo ideal, el amigo perfecto, el amante más cotizado. Y así he sobrevivido entre mis enfermedades a través del tiempo, siendo quien realmente no soy.

He logrado una combinación entre enfermedad y perfección que probablemente sea extraño para todos cuanto leáis esas líneas. No sabría explicarlo con palabras. Tampoco está bien sentirme orgulloso de ello, pero, de alguna forma, debo estarlo. Es algo atrayente, sobre todo cuando lo que lees está tan bien escrito y capta tu atención tan rápidamente ¿verdad?

Todos vosotros, empatizais conmigo.

Y me lo han dicho muchas veces. Mis letras llegan a cuajar en vuestro cerebro y os hace entender que hay alguien más ahí que lo está pasando mal. Prometo que en esto no miento. Lo prometo. Todo lo que cuento en este blog, mis palabras, mis escritos, mi voz en vuestra cabeza, es real. Soy como me plasmo; un maldito narcisista al que espero cojáis cariño y abracéis en vuestro seno.

Si os gusto, me alegro. Si no, me da igual. Pero no me cataloguéis como uno más porque quizá os decepcionaría.

Agur.

13 comentarios:

  1. Hola Agur, bueno con estas pocas lineas ya me agradaste así que espero poder leer más y saber más de vos. Lo que tiene de bueno conocer gente por aca es que ellos conocen lo que somos, lo sentimos, lo que pensamos, lo que escribimos y nos quieren por ello, en cambio cuando hay que conocer a alguien cara a cara, primero se fijan en como te vestís y que tan lindo o feo sos, gordo o flaco y después analizan si vale la pena gastar el tiempo en uno, ¡cuantas mentes maravillosas se pierden!
    Ya quisiera yo sentirme feliz por adelgazar, pero me veo siempre igual. Mi felicidad esta al final del dia en el numero de calorias que ingerí, en las mentiras que logre pasar, o en los comentarios a los que les di combate. Pero que más da si nunca son suficientes...
    Un saludo, espero que andes bien!

    ResponderEliminar
  2. Ahh~ Amo la mezcla de enfermedad con perfección, las mejores personas con mentes extraordinarias están enfermas de algo y muchos casos son mentales. Querer ser perfecto es increíble pero siempre llega una mancha negra que intenta arruinar todo lo que nos hace sentir cómodo y feliz, en lo personal yo debo de ser una persona bien enferma por los fetiches y pensamientos que tengo en mi mente. Mierda de sociedad, nunca comprenderá a la gente de mente inmensa.

    ResponderEliminar
  3. Primero que nada, hola! Nunca habia pasado por tu blog, pero me lo tope hay por curiosa & devo decirte que me ecnata la forma en que te expresas :3 Ame eso de ser como un protagonista salido de la retorcida mente de Tim Burton ♥ En fin, desde ahora te ssigo.

    ResponderEliminar
  4. Me gusta sentir que eres real. Me gusta también, en mi egolatría máxima, que no todos conocen esa realidad, y que yo, como nadie que soy, la veo sin siquiera merecerla o valorarla lo suficiente. También me gusta creer que oculto en esas letras de narcisismo se encuentra la debilidad misma que quiere y necesita ser cuidada. O quizá simplemente me equivoco, y que verga, siempre lo hago, no sería algo muy novedoso.
    Definitivamente me mato "Yo era el ser más perfecto de este mundo. ", que daría por sentir esa dicha inimaginable. Te envidio. Más de lo que crees.

    Agur, un placer, aunque prefiero seguir llamándote "querido príncipe", y si no te gusta, pues me vale verga ♥

    Un beso, tu futura amiga, Alicia.

    ResponderEliminar
  5. Tienes una manera de escribir que te hace único, me gusta.

    ResponderEliminar
  6. Debo darte la razón: tu manera de escribir es lo que hace que siga este blog. Y no solamente por la forma, sino también por la ortografía...se agredece mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Elisa :) A ver si te animas a crear un blog tú también. Perdona por el retraso en la respuesta.

      Eliminar
    2. Qué educado.Me gustas.No te apures, ni siquiera esperaba respuesta,pero es un detalle. Sí que creé un blog, pero apenas escribí nada y en realidad el que alguien lo leyese me coartaba. ¡Solamente diseñarlo me supuso una tortura! Y eso que me quedó cutre y rosa, muy rosa. Prefiero leer a los que se os dá bien el teclado. Un saludo.

      Eliminar
  7. La personificacion del trauma.Eso es lo que realmente eres.Tan mal te fue con otros niños en la infancia,que al final buscas la perfeccion como forma de venganza.Como digo yo,me veras,pero jamas me tocaras.Y tanto sufres por no encajar en el mundo,por sentirte tan distinto,que intentas desprenderte de ti mismo y de tus sentimientos humanos.Es lo que tiene criarse entre adultos obsesivos...y ser hijo unico...todos vuelcan sus frustraciones en ti...Lo que no soy,seras tu.Un niño con apariencia y modales de adulto,que jamas aprendera a tolerar frustraciones ni crecera.O al menos eso le parecera.Siempre se sentira pequeño ante la madurez (inexistente o similar a la propia,pero magnificada por uno mismo) de los demas.
    Cuando las ganas fisicas no siguen a las mentales,uno desea hacer algo,algo por lo que sentirse distinto y superior,y en esa dualidad apatia/deseo,surgen la autodestruccion,algo que ocupa la mente y que no requiere moviento,ganas,concentracion o esmero,Algoque no sera juzgado y que no defrauda por el mal resultado ni la falta de perfeccion...algo en lo que entretenerse y que nos hace sentir especiales y diferentes de aquellos que admiramos pero odiamos porque saben disfrutar o vivir la vida...
    Asi resultamos de imbeciles y enfermos sin solucion.No sabemos vivir.Ese es el gran problema.
    Me gusta tu blog,porque es lo que parece,pero no parece lo que es.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por comentar, Pilar.
      Secundo muchas cosas de las que has dicho, pero no todas. Nunca me ha ido mal con otros niños, al revés, siempre he sido una persona muy sociable (cuando era pequeño la profesora le decía a mi madre que solo tenía dos defectos; Uno, que hablaba demasiado, y otro que antes de que acabara de explicar los ejercicios yo ya los había hecho). Mis padres, además, nunca han sido obsesivos. Al revés, son probablemente unos padres muy ejemplares, con sus fallos, pero muy buenos padres, quienes han dado muchas cosas por mí y para tener lo que debía (sin excederse). Así que nunca han volcado ni sus frustraciones ni problemas en mí; puedo sentirme bastante orgullosos de ellos.

      Por lo demás, de acuerdo contigo. Sobre todo porque no sabemos vivir.

      Un abrazo y gracias por compartir tu tiempo.

      Eliminar
    2. Padres ejemplares,ummm...que es eso? Bromas aparte,realmente piensas que la obsesividad es un rasgo genetico o adquirido?
      Por otra parte,que fueses muy sociable no implica que tu forma de relacionarte con otros niños fuese correcta...me explico...con seis años,pregunte a unaamiga si lloraria si yo me muriese...ahorano me parece una pregunta normal para una niña de seis años...a cosas asi me referia...
      Padres a los que debemos mucho,o padres que nos han inculcado un sentimiento de culpabilidad por resultarles costosos y una "carga" por ser como somos? mmmm...niños destrozados,padres inocentes...????.....
      En fin,no es mas que una reflexion propia....
      Agradezco mucho tu respuesta, y te incito a que continues la lucha,aunque no veas un objetivo claro.Intenta,aunque ahora no entiendas porque hacerlo,pedir alguna pastilla pa la depre y la ansiedad.No sirven de mucho ni te libran del mal,pero al menos tienes un poco mas de calidad de vida.
      Apiadate de ti aunque sea un poco.No por los demas,o si,tambien,pero sobre todo porque no has podido hacer o pensar o sentir algo tan horrible como para merecer tanto castigo.
      Un abrazo.Cuidate.

      Eliminar
    3. Te aseguro que yo era muy 'normal' y standard. Siempre lo fui. Hasta que la vida me dio unas cuantas patadas y me cambió repentinamente hacía los 12 años.

      También te aseguro que mis padres poco tienen que ver en esto. Es cierto que, probablemente, ellos ignoraron algunas cosas cuando no debían. Pero es muy difícil tener un hijo 'mal'. Es muy difícil, a veces, aceptar cosas. Y muchas tantas el 'no saber' es un pecado capital. Les culpé muchos años, creéme. Pero ahora que ya tengo 24 años y las cosas se ven distintas, cuando imagino lo difícil que es ver que tu hijo se corta, o similar, entiendo más esa dualidad de pensamiento. Y en esa época no solo yo lo pasé mal. Mis padres han sido muy fuertes, además de lidiar a su vez con una enfermedad propia y crónica; mi camino fue no contarlo, para no recaer más carga en ellos, no porque me sintiera culpable o ellos hicieran sentirme así. Es más, fue una elección de la que no fui consciente y que lo soy ahora, 12 años después.

      Muchas gracias por tus comentarios :)

      Eliminar