sábado, 21 de diciembre de 2013



Voy a intentar escribir casi cada día o, en su mayoría, los días que me lo pueda permitir. Está claro que si hay alguien en mi casa como companía no podré hacerlo, como en las próximas vísperas navideñas.

Bien, ¿qué puedo decir hoy?

He bajado medio kg respecto ayer, nada extraño teniendo en cuenta que actualmente vomito una media de 6 a 8 veces diarias. Me resulta frustrante que hace años, muchos años, el mero hecho de vomitar me producía placer y que, ahora, simplemente no consiga sentir nada. Me atracaba con gula y obsesión hasta sentir un opaco dolor y después lo vomitaba. Eran mil sensaciones las que me abarcaban. Sentía liberación. Pero ya no. Pum. Desapareció. Sin avisar, sin nada.

He tenido épocas mejores y, casi de forma segura, podría asegurar que estoy en una de las peores. Me siento extremadamente vacío, como un hueco dentro de mí que fuera ampliándose a medida que pasan los días, contemplando el horizonte sin ninguna expectativa. Claro que hago cosas. Muchas. No paro. Mi mente creativa no me deja en paz, pero eso significa que me enfade conmigo por no ser tan bueno como quisiera. 

Es esa maldita búsqueda de perfección que me corroe cuando intento hacer cualquier cosa. Aunque sea la primera vez. Debo ya ser más que bueno. ¿Por qué? Nadie me lo exige ni me lo impone, pero es ese miedo -por llamarlo de alguna forma- que me empuja a pensar en el absoluto fracaso. ¿Y por qué? No espero nada de la gente pero sí es verdad que tienen una visión de mí enorme. Como si yo fuera, no sé, ¿especial? Como si todo lo que me propusiera fuera a hacerse realidad. No señores, no. No soy un mago. Detrás de todo lo que veis y amáis soy un ser que se retroalimenta de su tristeza porque tiene pánico de deshacerse de ella. 

Soy el mejor consejero. El mejor amigo. El mejor amante. El mejor soñador. El mejor que, probablemente, habrás visto nunca. ¿Y por qué? Porque todo es fachada. Fachada simple y llana. Porque lo que os dejo ver no es más que lo que me gustaría ser. Alguien que os quiere, que os necesita, que os enseña cosas, que os hace reír, que dice estupideces y se comporta normal. Pero luego me encierro en mi habitación y soy la desdicha con patas. Lloro, sin razones. Me hago daño. Pienso día tras día cuánto más se va a prolongar esta sensación, este deseo irrefrenable de querer acabar con absolutamente todo




Y veo los años pasar. Uno tras otro. Van veinticuatro. Desde los trece que empezó todo es, literalmente, la mitad de mi vida estando mal. No conozco otra forma de ser, ni de actuar. Está tan arraigado a mi interior que me asusta. Pero lo entiendo y lo respeto. Me conozco. ¿Qué culpa tendré yo? ¿Qué culpa tienen los demás? Intento pensar que, de alguna forma, no soy yo el que está obcecado en algo concreto si no que las composiciones químicas de mi cerebro simplemente son diferentes y entre entorno y genética he acabado así. 

Muchas veces veo cicatrices y pienso: ¿Por qué?. Qué necesidad he tenido de hacerme esto a . A mí que soy, probablemente, la única persona a la que tendré que aguantar el resto de mi vida. Tengo veinticuatro años y sé que soy alguien inteligente, coherente, tertuliano y artista. Mi mente es maravillosa y eso, a la vez, me entristece, por echarme a perder de este modo. Por no hacer cosas mejores. ¿Mejores como qué? Es una contradicción carcomiendo mis entrañas. La gente, casi siempre, cuando he hablado de forma seria o he mostrado mis conocimientos (que tampoco son tantos), siempre se ha mostrado sorprendida. Tanta variedad de temas, tanta ansiedad, tanta reflexión dentro de lo que era un niño y su punto de vista sobre la vida y los humanos tan caótico y hermoso. Por supuesto, he crecido. Ya no es lo mismo, aunque viendo los especímenes de mi generación sigo siendo un poco más maduro que ellos (respecto ciertos temas, está claro que mis problemas no lo son), y eso me complace un poco.

Quiero decir, si odio las personas ¿por qué querría ser como ellas? Creo que con los años me he esforzado para no ser igual que ellos. Podemos definir ellos como el sistema estandarizado impuesto por la sociedad. No quiero vivir en un mundo de ignorancia y felicidad preocupándome si soy o no amado, si la ropa me sienta bien o si mi cuerpo es bonito a vista de los demás.

Después de todo mi concepción de belleza para mí es clara. Totalmente deforme. Un cuerpo hecho polvo, por dentro y por fuera, un alma muerta, una sonrisa marchita. Y a quien no le guste puede irse, porque yo, sea como sea, soy yo.  Y eso no me lo quita nadie.

N a d i e



2 comentarios:

  1. te agregue a mi lista de blog preferidos, coloca las lista de seguidores besos

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  2. Hola,me pasé por aquí por tu comentario en mi blog ...
    sabía de chicos con ED -claro, no discrimina géneros- pero no pensé encontrarme directamente con un chico :) ..un gusto soy Zoey! - claro mi nombre real es otro, era necesario especificarlo? - veo que tienes una visión de mundo complicada y pensamientos negativos fuertes, -como muchos aquí- pero tal como tú dices los tuyos son maduros, me doy cuenta de eso, quizás tambien por tu edad, aunque yo tengo 20 así que no nos llevamos por tanto ñ.ñ
    gracias por pasarte a mi blog y así abrirme la puerta a tu mundo interior que plasmarás aquí :) ..aquí entre frases, pensamientos y gritos ahogados nos iremos conociendo, yo no pensé conocer gente tan linda y considerarlas amigas pero así fue, espero podamos llevarnos bien ñ.ñ .. cualquier cosilla podés contar conmigo.. yo suelo amarme y odiarme.. aún no me defino pero espero decantarme por el amor, en serio no quiero pasar mi vida odiando y dañándome.. aún creo en el mundo, creo en la gente y aunque estoy consciente de que hay mucha maldad y cosas que tú piensas que son imposibles de imaginar aún creo en un futuro mejor, quizás dirás esta nena está loca que no sabe que son utopías? pero claro que lo sé, no espero llegar a una totalmente pero sé que mientras se intente algo y se avance, sirvió de ayuda, de ejemplo, de meta visual a lo que se quiere llegar.. espero no dejes de conocerme por tener ideas distintas a las tuyas, venga! ambos podemos aprender de los dos :D
    como tú soy una come plantas ñ.ñ ..no sé si amo a los animales más que a las personas, no, de echo siento lo mismo por ambos, creo que ambos son maravillosos y terribles en muchísimos aspectos pero el hombre le gana en lo terrible, salvaje y malvado.. quizás los animales no son malvados y me dejo un poco llevar por las películas disney >.< .. de cualquier forma lo soy por la justicia, no veo que esté bien dominar y abusar de otros seres contra su voluntad así que intento causar el menor daño que me sea posible ...
    pensaba respecto a eso que decis de hacer las cosas mejor, quizás, sólo quizás, lo tuyo sea algo con más marca, sentir que eres útil y que has echo algo bueno por el mundo como ayudar a otros, puedes probar con eso y quizás te sientas mejor, quizás eso es lo que te hace falta, ver esperanza y opciones, ver que el lado bueno existe y que hay personas que como tú son más sensibles al dolor ajeno quizás así dejes de odiar a las personas, hay gente mala es verdad, pero entre toda esa mala hay muchísima más que es buena, que hace que este mundo aún valga la pena y que no nos deja perder la esperanza :)
    el deseo de perfección es una cosa con la que igual lucho cada día, aveces quiero que se vaya y me deje tranquila de una vez, me deje ser feliz y normal ..pero otra, otras quiero que me consuma, me envuelva y me lleve al nivel máximo.. cosa que nunca alcanzaré en todas las áreas porque es imposible si deseo tantas cosas >.< ..muchas veces siento que sólo soy buena amiga.. buena estudiante pues lo intento, buena consejera para los otros porque a mi misma pfff es como hablarle a una pared.. me cuesta hacerme caso y seguir mis propios consejos aunque sé que es lo tengo y debo hacer >.<
    bien Principito! un gusto seguiré leyendote ñ.ñ
    cariños y un abrazo a la distancia

    https://fbcdn-sphotos-e-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/q71/1528462_490850377696434_702532032_n.jpg

    un regalito :)

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