sábado, 28 de diciembre de 2013

Times goes



El tiempo corre y llegamos tarde para coger el tren.

Es como el epitafio. Como el principio. Simplemente unas líneas que al final se diluyen entre la tormenta y que, de una forma u otra, acaban perdiéndose. 

Las Navidades prosiguen su curso, claro, ¿por qué no iban a hacerlo? Yo estoy acompañado desde hace día y medio, cosa que es de agradecer, teniendo en cuenta que ninguna comida se queda en mi estómago (ni quiero). Me veo enorme, en todos los sentidos, y no es algo que me afecte tampoco demasiado, pero es la necesidad, por decirlo de alguna forma, de sentirme totalmente enfermo. A día de hoy aún no entiendo el por qué, quizá por ser algún tipo de forma de sentirme más cerca de algo que ni tan siquiera existe. O algo así.

Tengo muchísimo sueño. Entre estos dos días he dormido demasiadas horas, incluso he hecho la siesta, aunque después por la noche he vuelto a quedarme frito como un lirón. En fin, supongo que el poco de anemia que tengo debe estar fortaleciéndose y, por ello, me siento más débil también.

Qué le vamos a hacer; A seguir adelante.

Hoy no me apetece escribir más, así que ahí queda, de momento. 

Entre luces y tormentas,
entre láminas vacías
y cuerpos rotos,
hay un esperanzador silencio
ahondando entre la Vida y la Muerte,
buscando un refugio digno
para un Dios ya perdido
entre las llanuras del nublado cielo.

Buscando y destripando
los últimos suspiros
de un alma perdida y hueca
que grita entre la aterradora oscuridad
y busca un solo lugar
en el que reposar su mente
para así olvidar.

Ya no hay salvación,
ni tan siquiera cordura,
para los que han dejado atrás 
todo cuando esperaban
de este preciso momento.

Vuela pequeña mía,
vuela lejos hasta que el mar te ahogue,
hasta que el cielo alumbre tu camino,
hasta que todo cuanto conocías
desaparezca lentamente
y esa oscuridad te rodee sin que te des cuenta.

Vuela pequeña mía,
descansa en paz.

Aquí y ahora,
permanece en el pequeño letargo
entre los brazos de todos quienes te amaron.

No pienses,
ni sientas,
espera un poco más.
Todo llegará.
Todo acabará.

2 comentarios:

  1. Hi.
    Interesante blog, interesante persona con pensamientos pesimistas sobre el mundo. Jajaja lo malo es que soy contrario a vos, intento de encontrar algo bueno de cada día. Tener el estómago vacío es lo mejor que se puede llegar a sentir cuando uno es GORDO y ENFERMO.
    La verdad, tienes talento para escribir, felicidades. Mmh, ¿Qué más puedo decir? Te seguiré leyendo así que te sigo, yo tmb miro yaoi lel.

    ResponderEliminar
  2. Mi querido príncipe, no sabes como me duele el corazón leerte así de triste. Me preocupa lo de la anemia, es complicado (Antecedentes familiares, mi abuela tuvo que comer hígados de animales por meses :/ ). Aun así, de manera egoísta, me encanta leerte, me encantan tus palabras y como las expresas, disculpa por disfrutar tu agonía, pero a fin de cuentas soy una persona bastante egoísta.

    ¿Mi parte favorita?
    No pienses,
    ni sientas,
    espera un poco más.
    Todo llegará.
    Todo acabará.

    No se porque, pero me a tocado bastante.

    Un beso enorme, espero te sientas mejor por estos días.
    Sobre chatango, intentaré ocuparlo, me gana un poco, y los chat ana/mia ya no me motivan lo suficiente como para entablar conversación. Perdona mi abuso de confianza al pedirte whats app hahahahahhahaha, pero creo que es el medio que más utilizo, pero bueno, ten claro que no me rendiré, me encantaría conocerte más <3 .

    Con mucho cariño, Alicia.

    ResponderEliminar