martes, 21 de octubre de 2014

Vueltas eternas en un nido de soledad



Cuando el propio Destino se arrodilla ante la Vida. Cuando todo permanece encauzado hacia un mismo lugar, ¿qué es lo que hay que hacer exactamente? ¿Esperar? Para qué. Dónde lleva eso si no a la propia autodestrucción. Al vacío que todos temen. A esa sensación tan conocida por algunos que te estrangula y te recuerda lo mismo. Una y otra vez, de forma incesante: Eres un inútil. Aunque los demás colapsen tus oídos de buenas palabras y regalen flores por tus actos. Por esa maldita sensación de que estás solo en este extraño mundo. Que nadie entiende ninguna de tus palabras, ni tan siquiera saben ver a través de tus actos valerosos que fuera de estar repletos de medallas son gritos de auxilio. Y tienes miedo. De ti. De la vida. De la gente. De lo que sientes. De lo que podrías llegar a hacer. Temes vivir. Y te odias. Por lo que dices, por lo que haces, por cómo actúas. Y lo analizas meticulosamente una vez y otra para que no haya ningún error por pequeño que sea. Y sonríes como un niño cuando otros se arrastran por ti mientras les miras desde arriba, porque eso te llena, te hace sentir vivo y fuerte; porque ellos no saben, ni sabrán, qué es lo que realmente hay debajo de esa coraza. De esa falta de escrúpulos. De esa lengua bífida que consigue romper sus esquemas. 

Y aún cuando soy yo quien decide quitarse la armadura ante algunas personas, sigo siendo el mismo incompetente que se muestra fuerte. Que asume su problema y aún así te sonríe cara a cara sin problema. Que come. Que actúa estúpidamente normal; como si nada ocurriera. Y ellos se lo creen. Y te tratan como un colega más. No pasa nada. Te estás matando y ellos lo saben, pero no es momento para filosofar ni para darte ninguna lección porque eso te molestaría. Así que hay como un pacto secreto que no está escrito pero permanece inmutable con el paso del tiempo.

Házlo. Destrúyete. Te preguntas si realmente le importará a alguien. Si alguien arrastraría el dolor de tu muerte durante años y años. Y sabes que . Que hay gente que no superaría jamás tu perdida, que simplemente, de una forma u otra, seguirían adelante pero te mantendrían en sus pensamientos día tras día. Que se sentirían mal y se preguntarían por qué no te ayudaron. Por qué no hicieron nada en contra de tu voluntad. Y se culparían mientras otros preguntarían qué es lo que ha ocurrido y qué te ha llevado a eso, "con lo simpático que tú eras y lo feliz que se te veía". Y ellos, los que sabrían la verdad, asentirían sin decir nada. Porque sería tarde para cambiar nada. 

Hay días en los que me siento muy pequeño. Demasiado pequeño. Una parte ínfima de este mundo que no sirve ni vale para nada. Y eso me deprime. Me opaca, de alguna forma, la claridad con la que suelo hacer las cosas. Intento darme un día de descanso sin vomitar, pero por X ó Y al final acabo con los dedos atrancados a la garganta y las uñas rasgando la carne, vaciando el estómago. Siento dolor cuando como, pero aún así no llego a saciarme. Tengo un vacío constante. Y más de una vez me pregunto cómo aguanto. Cómo puede ser que con lo que como, que es realmente poco, pueda aguantar tanto. Algún mareo al levantar y se acabó. Nada más. No sé si he estado tantos años sometido a esto que está acostumbrado o qué, pero su resistencia me asombra incluso a mí, que haciendo esfuerzo físico o deporte aguanta como un auténtico campeón. Y los que me conocen y saben de esto también se lo plantean e incluso me preguntan cómo es posible, que ellos, bajo mis circunstancias estarían ya en el suelo. ¿Suerte? Como sea, supongo que abusar de esta protección no debe ser muy ideal, pero ya que la naturaleza, por el momento, me la ofrece, voy a aprovecharla. "Y que sea lo que Dios quiera", como diría un cristiano normal y corriente. 

Y al final todo esto se resume con dos palabras:

Soy idiota.



16 comentarios:

  1. Me encanta leerte, me atrapa lo que escribes porque es pesimista por tu indecisión. Pareciera que sólo deseas ser mediocre porque no quieres ni un extremo ni lo otro, ni lo suficiente ni lo que falta, sólo quieres estar medio donde al final te aplastaran. O sabes que estás en el medio y te irrita estarlo porque no eres ''feliz'' como los que están en el otro extremo. No sabes decidir y sólo ves tu vida como aburrida porque tú no haces nada por cambiarla. Estancado.

    Lo sé.
    Acá esta mi blog con link cambiado, lo cambie porque me aburri con el otro: www.pandadrug.blogspot.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué te voy a decir yo! Si casi que te he echado de menos y todo, aunque no espero que te lo creas demasiado, que luego te acostumbras y... bueno, ya sabes. Te añado a blogs favoritos yo también.

      Sobre lo que has dicho, los extremos nunca son buenos. El medio tampoco. Así que vamos oscilando de un lado a otro, según el momento y el día, esperando encontrar justo el lugar perfecto para cada uno. Que quizá, después de todo, no existe, pero no por eso dejamos de buscarlo.

      Eliminar
  2. Yo diría que la mayoría de las personas no saben cómo actuar y simplemente es mucho más fácil dar por todo sentado y asumir que si necesitaras algo, lo pedirías.
    También es cierto que a muchos, a los que de verdad se preocupan, les asusta ése enfrentamiento. Es muy difícil decir a un adulto que quieres y respetar lo que tiene que hacer. Y muchísimo menos, intentar obligarles porque crees que ellos han perdido la capacidad de tomar decisiones.

    Sí, lo del cuerpo es curioso, como a veces comiendo y haciendo lo que debes te sientes súper cansado y otras veces tiras con lo mínimo.
    Por algún lado explotará supongo. Lamentablemente son trastornos razonablemente adecuados para sobrevivir con ellos bastante años. Chicas que se quedan embarazadas y tiene hijos y la ostia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, totalmente de acuerdo con lo que dices. Yo lo veo desde otra perspectiva; mejor o peor, pero desde otra. Con lo cual afronto también distinto cuando sé que alguien tiene un TCA o similar (y no animándole para ello). Pero supongo que para alguien 'standard' es complicado y no sabes muy bien por dónde cogerlo, porque el mínimo desliz puede ocasionar malestar en el otro. Ah... Qué complicado.

      Eliminar
  3. Tu narcisismo me gusta, leo lo que tú dices en primera persona e intento creer que es algo que yo pienso, ¿sabes? Trato de empatizar contigo pero me suena todo ridículo en mi boca. Te leo y trato de entender tu posición, a pesar de que no puedo.
    Cuando yo estuve tanteando con el suicidio -mucho tiempo, por cierto- pensaba lo mismo que tú, pero, ¿has pensado por qué piensas en eso? Que alguien se preocuparía, que luego se acordarían de ti, que sentirían culpa, que por qué no te ayudaron cuando había tiempo.
    ¿No sientes una pequeñísima esperanza de que alguien te salve? Que alguien te demuestre algo, no sé.
    Un rayito de luz.

    Supongo que tú tienes tu trayectoria, tu historia y tus motivos para des-hacerte de esa forma; no sé quién eres. Sólo puedo aconsejarte por mi experiencia, que a nadie le suele importar tu-depresión, tu-bulimia, tu-autodestrucción. A esos demonios hay que entrentarlos uno a uno, porque al final, el núcleo de tu vida eres tú, lo más importante de tu vida eres tú. Tu vida es tuya y tú puedes elegir cómo vivirla.
    Puedes decidir morirte solo. Puedes tentar a la muerte mientras esperas que alguien haga algo por ti.
    Pero también puedes echarle un par y enfrentarte solo, recuperarte. Nunca recuperarás el tiempo perdido, pero... Es algo que toca hacer.
    Un besote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Realmente no culpo a nadie. Nadie tiene la culpa de esto (por suerte, supongo, hay gente con traumas muy jodidos, el mío es pasable) con lo cual nunca he señalado a nadie de forma específica para señalar y blasfemar. Está bien. Me han tocado cosas con las que he lidiado como bien he podido y eso me ha hecho ser como soy ahora; mejor o peor. Plantearme si me van a echar o no de menos es porque, a pesar de sentirme tan solo como me siento, sé de sobras que hay gente que no solo me quiere, si no que me ama. Y sé que sufrirían mucho. Pero es solo una reflexión. No empatizo con su dolor, pero me puedo hacer la idea con lo que la gente suele contar 'qué se siente'.

      Tengo suerte. La he tenido siempre, supongo. No confío en los demás, te lo aseguro, pero puedo nombrar gente que se preocupa por esto. Los pocos que lo saben porque se lo he contado darían lo que fuera por mí. Sufren por mí y ríen conmigo también, pero no tratan esto como una tontería o una estupidez. Al revés, se sienten mal por no poder ofrecerme una solución porque saben que no la hay. Y creo que eso demuestra mucho. Quien no lo sabe es porque creo que no debe saberlo (todo el mundo, básicamente) y porque yo no soy yo con ellos, simplemente 'soy lo que quieren que sea', con lo cual, a esa parte de humanidad, sí, le importa una mierda mi-depresión, mi-bulimia, mi-autodestrucción.

      Pero siempre hay que saber diferenciar. Hay rotos para descosidos. Pocos, pero los hay. Incluso cuando algo roto como yo no ofrece absolutamente nada a cambio (ni amor) y ellos siguen dándole todo porque creen que se lo merece. A veces el humano no es tan horrible, solo una parte de él.

      Eliminar
  4. PD:
    Comprendo lo que escribes, es como si alguien ordenara lo que sentí, y lo que a veces suelo sentir. Obviamente sabes expresarlo muy bien.
    Por otro lado: Cuando las cosas van realmente mal, lo único bueno es que van a mejorar porque no se puede caer más bajo... Lo sé por experiencia y si en este momento u otro día te sentís de esa manera, creeme: Mejorará, pasará y saldras adelante, cuesta creerlo en momentos de bajoneo, pero aferrate a eso.
    Y aunque quizá esté de más escribirlo: NO SOS IDIOTA!
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre salimos adelante. En el momento en que no lo haces dejas de respirar. Pero cada tropiezo, cada caída, es un punto más para no levantarse.

      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Nadie, por más cerca que esté, va a poder ver ver la oscuridad que hay en tu mente. Ni entender. A los demonios tiene que entretenerlos uno para que no salgan a jugar afuera.

    Me gustó leerte, me sentí comprendida y un poco vacía a la vez. Es extraño. Te sigo, un beso grande.
    D.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. Y sí. Los demonios viven en nuestra propia mente. Te sigo.

      Un abrazo.

      Eliminar

  6. Todo el mundo tiene esos días, la diferencia está en como 'te cae el saco''. Personalmente ya perdí la cuenta de cuantas veces el saco calló sobre mi dejándome tumbado en el suelo. Pero bueno, por alguna razón al leer lo que escribes pareces ser de los que se vuelve a levantar aunque se vuelva a caer mil veces. Te mando todo el apoyo del mundo (algo levemente inútil a la distancia y por blog, pero espero que un ápice se logre sentir)

    Pd: Pienso que uno se acostumbra a vivir con sus demonios, aveces no queda de otra, no se van y hay que vivir con ellos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Primero que todo, gracias por dedicar tiempo a leerme y sobre todo a escribir.
      Segundo, sí, supongo que soy de los que se caen cada día y al siguiente ya están de nuevo de pie. Sin razones aparentes y cansado pero siempre adelante. Se agradece tu apoyo. Te sigo.

      Eliminar
  7. Hola principe es hermoso todo lo que escribis! Me gusto mucho es exactamente lo que pienso y siento cada dìa. Nose que hago en este mundo si nadie me demuestra que valgo la pena! La verdad solo busco desaparecer!! ayuda

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La vida es como una gran tragicomedia. A veces reímos. A veces lloramos. A veces nos desesperamos. Es un carrusel que sube y baja y no tiene una meta fija. Si sigues viva es porque realmente morir no entra en tus planes actuales. Así que piensa qué te mantiene en este mundo, esfúerzate con ello y sigue adelante =)

      Eliminar
  8. Hay gente que realmente cree que alguien no es reemplazable en su vida y vive con esa idea y recuerdo lo que le queda la existencia. Por mi parte, sí, creo que todos lo somos, pero realmente no me duele. No es nada malo. Cambiar a veces está bien.

    ResponderEliminar
  9. Soy nueva en leer tu blog, y más aún en comentarlo... Sinceramente me ha enamorado, como expresas todo lo que sientes, como conectas con el lector... Enhorabuena por el blog, te diría que te pasaras por el mío... pero no está a la altura del tuyo. Simplemente ánimo, la vida es tan gris como uno quiere verla, hay que cambiar el chip y ser positivos para todo... aunque cueste. (:

    ResponderEliminar