jueves, 13 de marzo de 2014

The silence



Ser o no ser.

Supongo que llega un momento en la vida de casi cualquier humano que se plantea el por qué de su existencia. Esa pregunta que no lleva a ninguna parte pero que, sin embargo, inunda nuestras mentes en algún periodo de nuestras vidas. Ser falsos es algo implícito en nuestro día a día. ¿Cuántas veces hemos sonreído estando triste? ¿Cuántas veces hemos negado que nos ocurriera algo cuando en realidad estábamos destrozados? Mentimos. Poder hablar implica mentir. Siempre. Aunque cierto es que no todas las mentiras son graves, al igual que no siempre son piadosas, ¿verdad?

He estado ausente. No voy a exponer motivos porque podría empezar a escribir y no acabar. Básicamente no he querido, ni he tenido mucho tiempo para ello, he preferido dedicarlo a otras cosas. Pero al final, quiera o no, una impetuosa necesidad me hace estar aquí, escribiendo, porque de alguna forma me siento libre al hacerlo y es, perdonad mi cinismo, de lo poco que puedo sentirme orgulloso en esta vida.

No me apetece hablar de mi peso. Sigo bajando y eso a pesar de resultarme encantador, también me entristece. Demasiada gente me ha hecho el estúpido comentario de lo mucho que he cambiado en tan poco tiempo. Yo me limitado a decir: "Ejercicio y comer sano" y ellos asienten convencidos de que es verdad y seguido de un: "¡Eso debería hacer yo!". Pero miento. Lo sabéis. Lo sé. Y me gusta hacerlo. Es tan fácil lograr que los demás crean tus palabras... ¡en todo!. Solo debes ser quien no eres y... et voilà!

No estoy tan triste. Pero quizá es porque no he tenido tiempo para estarlo, aunque he aguantado mis momentos. Cuando empiezo a darle vueltas a las cosas es cuando todo empeora y el castillo se derrumba. El silencio me carcome y de ahí la ansiedad.

No me quiero extender, probablemente luego escriba más. O mañana. Pero intuyo que volverá a ser casi a diario. Así que un placer estar aquí de nuevo y lo siento para los que tengáis que aguantar a este príncipe tan jodidamente impertinente. 

Au revoir.

3 comentarios:

  1. Hola. Soy Flynn, con nuevo nombre.
    Sigue encantándome cómo escribís. Y tenés mucha razón: todos mentimos, todos nos ocultamos porque la verdad no es sinónimo de supervivencia en este mundo. Es muy triste. Ya lo es el hecho de no tener opción más que pertenecer.

    Un beso grande :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Estás segura que es solo una obligación o el no tener opción?

      Eliminar
    2. No, supongo que no es una obligación, pero creo que está implícito. No pertenecer nos hace ocultarnos y mentir diría, y si pertenecemos se sobrevive haciendo lo mismo. Nunca se gana :/

      Eliminar