martes, 14 de enero de 2014

As time goes by




Hay algo dentro de mí. Algo que se remueve, por decirlo de alguna forma. Dios sabe que intento ser lo más optimista posible; y uso el nombre de Dios en vano porque no soy creyente, ni quisiera serlo. Siempre he sido agnóstico (que no ateo) y he vivido con ello de forma libre. Un ser tan racional es difícil que sea, a su vez, un humano ilusionado en que hay algo más allá de la carne putrefacta que adorna las calles de nuestro mundo.

Estoy estancado, una especie de parón interior que no sé en qué desembocará. La idea de muerte me ronda en la cabeza día tras día e intento apartarlo de mí, hacer cosas, centrarme en algo más allá de los problemas o las emociones que me ganan a cada segundo.

Pienso en vomitar. Me aguanto. Empiezo a comer y ya lo hago sabiendo que acabará en lo más hondo del retrete. Me ofusco. Yo no quiero, pero a su vez, debo. 

Me siento como en una especie de frasco emocional. Como si todo lo que ahora siento tan dispar se reuniera bajo un mismo título: Estupidez, volumen 4888 del sujeto 222332291. No quiero que esto me domine. Necesito pararlo pero no sé cómo. ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Por qué justo ahora empieza a removerse mi cerebro? ¿Es una época más? La siento más dura que nunca. Como si esta vez fuera realmente peor que las otras, pero supongo que eso me ocurre en cada una de este tipo de etapas.

La depresión cala hondo en todo cuanto hago. La desgana. La incertidumbre. La obsesión. Necesito ver un poco más allá de donde estoy ahora, pero no tengo muy claro cómo hacerlo. Quizá esperando llegue alguna solución. Quizá todo se vaya diluyendo poco a poco hasta volver a mi Época dorada donde la alegría y la ambición recorra de nuevo mis venas. Lo más extraño de este momento es que todo el mundo dice que nunca me han visto tan bien, tan feliz, tan sonriente, tan lleno de energía... Es una especie de depresión risueña que me ata a actuar de esa forma. Me siento mejor así. Es como manipular a los demás, pero sin llegar a hacerlo. 


Ellos ven lo que quieren ver.
O, en su defecto, lo que yo quiero que vean.



Y ahora me levanto, voy al baño y vacío todo el almuerzo. Como más pienso en ello más me impulsa a hacerlo. Me siento bien sin nada en mi interior, pero hay veces que también me siento así con el estómago más lleno. Así que supongo que va a días.

¡Un día más entre muchos!

18 comentarios:

  1. Si querés dejar los vómitos estoy segura de que podés hacerlo.. Yo llegué a vomitar 4 o 5 veces al día, y ahora ya van como dos semanas que no lo hago.. Como que le agarré miedo. No sé por qué, igualmente sigo pensando que vomitar es... Liberador. Todo depende de la fuerza de voluntad!
    Ánimos, un abrazo

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    1. Lo he intentado, muchas veces. De verdad. Pero siempre acaba volviendo. Tengo épocas que no, pero otras sí, ahora no como tanto como antes, con lo cual, vomito menos. Pero hace un mes vomitaba de 6 a 9 veces diarias. Una locura ¿verdad? Pero qué le vamos a hacer. Como dices tú, en la mayoría de ocasiones, me resulta liberador... aunque años atrás lo era mucho más. Será la edad.

      Gracias y ánimo para ti también.

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  2. Tengo que preguntar, ¿que te llevo a los tca? Sentirte desconforme con tu cuerpo, querer autocontrol, perfección... Por favor, que la pregunta no te llegue de mal modo, es solo curiosidad.
    Supongo que decirte "vas a terminar mal", "no lo hagas más", etc, etc no va a servir de nada porque son cosas que ya sabes. Vomité durante muchos años y desde muy chica, tenía 12 cuando empece con esto. Con el tiempo cada vez que vomitaba mi visión se volvía negra durante varios minutos, no podía respirar, tenía taquicardia, me quedaba sin voz, horrible, hasta que un día me desmaye. Mis papas brillan por su ausencia en mi casa, así que jamas se enteraron de nada, pero ese fue mi pie para dejar de a poquito los vómitos, aunque de vez en vez lo hago de nuevo. Supongo que otras personas "aguantan" más tiempo y no les pasa lo que me pasó porque tenemos diferentes cuerpos, pero de todos modos de a poco destruye. Aunque con el tiempo llegué a la conclusión que destruye la mente antes que a el cuerpo (o por lo menos en mi caso).
    Saludos!

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    1. Hola Daniela,

      Es un placer siempre leerte a través de los comentarios; de mis favoritas, sin duda alguna.

      A los TCA me llevó... No lo sé. Quizá hoy escriba un post sobre ello. Tengo estrés postraumático por una vivencia emocional extremadamente fuerte que tuve cuando tenía 12 o 13 años. Cambié repentinamente y ya empecé con los TCA, solo que entonces comía y comía (sin vomitarlo, ni compensar), hasta los 16 años que sin saber ni de qué trataba la bulimia, en un viaje con mis abuelos paternos, comencé a vomitar. Y ahí me quedé. Vomitar me ofreció lo mismo que los cortes: Libertad.

      Ahora escribo sobre ello y, de paso, te lo dedico.

      Nunca me ha pasado lo que comentas. Supongo que mi cuerpo, al final, es un poco fuerte y aguanta. Y sí, destruye más la mente, que el cuerpo.

      Un abrazo.

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  3. Hola Princesas (: Agréguenme en whatsApp +51991760032 tengo un grupo de Ana y Mia *-* ...

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  4. Sonará bastante estúpido de mi parte lo que diré pero llego a envidiar como has expuesto tu capacidad para mostrar de cara al mundo que estás bien, digo la mayor parte de la gente que está en una situación parecida a la tuya no lo logran.Llevas ocho años viviendo en la autodestrucción pero puedes estar relativamente normal con tu familia y amigos, no sabría decir de si eso es algo bueno o malo pero ese obviamente no es mi problema.Suerte para pasar la depresión.

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    1. Supongo que eso tiene su lado positivo y su lado negativo. Llevo más de 8 años en la autodestrucción, pero es el número que llevo vomitando. Al final una mente poderosa se las ingenia lo máximo posible para conseguir lo que quiere, aunque eso signifique la propia Muerte.

      Muchas gracias Kiririn. Un placer.

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  5. Hola Princesas (: Agréguenme en whatsApp +51991760032 tengo un grupo de Ana y Mia *-* ...

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  6. Me pone triste esto. No creo que nadie sea tan malo como para merecer eso que le haces a tu cuerpo y a tu mente. Realmente me gustaría poder ayudarte o, al menos, poder darte un abrazo. Ojalá todo se solucione pronto, en serio lo deseo.

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    1. La vida es un cuento y nosotros mismos somos los que forjamos el final, de una forma u otra. Nadie merece nada, ni bueno, ni malo. Pero las cosas ocurren y nosotros debemos afrontarlas.

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  7. Pues yo ni te doy animos ni te admiro.. mas bien siento que eres completamente contrario a lo que escribes.. pero si eres tan sabio y todo lo puedes que tal si escribes algo completamente diferentw.. que dices? Aceptas el reto?

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    1. No he entendido mucho lo que has dicho. Si lees mi respuesta y me lo explicas mejor, aceptaré tu reto.

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  8. Tenés razón, son etapas. No lo entendí durante años, pero es algo que va y viene. Te lastima, te da un respiro y vuelve.
    Que te diga "ánimo, ya pasará" no va a servir. Igualmente es angustiante, especialmente cuando uno puede identificarse en tantos aspectos con el otro. Y la gente, ¿qué decir? Tienen esa manía de decir que uno está mejor cuando es todo lo contrario. Lo que sí, llama la atención ese bienestar en medio del caos. No sé si es resignación o costumbre; no sé qué creés que es si lo reflexionás. Muchos se preocupan cuando es así. Se supone que uno tiene que andar llorando por los rincones o tratando de superarlo. Estar "en medio" dicen es peligroso :/

    Me gusta mucho tu blog!!
    Un abrazo.

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  9. Jajaja mi teoria es sierta y.. como no entiendes te lo explicare... te reto a escribir algo POSITIVO!!! entiendes o te explico nuevamente?

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    1. ¿Por qué se supone que debo escribir algo positivo?

      Además, lo hago muchas veces.

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  10. En que momento que no me di cuenta... y no preguntes solo haslo.

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